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El primer tema 



NEUROMITOLOGÍA

EL CONCEPTO DE DIFERENTES "ESTILOS DE APRENDIZAJE" ES UNO DE LOS GRANDES MITOS DE LA NEUROCIENCIA

ESCRITO POR Olivia Goldhill 03 De Enero Del Año 2016

¿Es usted un estudiante visual que escribe notas en un arco iris de colores diferentes, o prefiere leer algo en voz alta antes de que se hunda? Lo más probable es que le han pedido una pregunta similar en algún momento de su vida, y cree que el concepto de "estilos de aprendizaje " es perfectamente válido. Pero, Quartz digital informó en diciembre, que todos aprendemos de maneras fundamentalmente similares. Y, como informó la revista New York, la idea de que los estudiantes aprenden de manera diferente dependiendo de su preferencia personal por señales visuales, auditivas o cinestésicas, es sólo un mito.

De hecho, se considera un " neuromito ", que, tal como escribió Paul Howard-Jones, profesor de neurociencia y educación en la Universidad de Bristol, en un documento de 2014 sobre el tema, se caracteriza por un malentendido error de lectura de hechos científicamente probados.

Otros ejemplos de neuromitos son el que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro, y que el consumo de menos de seis a ocho vasos de agua al día hará que el cerebro se encoja. No obstante, "quizás el mito más popular e influyente es el que expresa que un estudiante aprende más eficazmente cuando se le enseña según su estilo de aprendizaje", resaltó Howard-Jones. De hecho, los estudios han mostrado una fuerte creencia transcultural en este concepto. En 2012, investigadores interpelaron a 242 maestros del Reino Unido y los Países Bajos para identificar cuál de los diversos neuromitos era el que éstos consideraban científicamente correcto. El concepto de estilos de aprendizaje auditivo, visual y cinestésico fue el mito más confiable ya que aproximadamente el 93 % de los profesores del Reino Unido y el 96 % de los profesores de los Países Bajos creyeron que era verdad (El segundo mito más común fue el que expresa que el dominio del cerebro izquierdo o derecho afecta el aprendizaje).

En diciembre, Philip Newton, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Swansea , realizó una búsqueda de artículos sobre "estilos de aprendizaje " libremente disponibles en las bases de datos de investigación, ello para tener una idea de la impresión que un profesor podría obtener sí realizara una búsqueda superficial sobre el tema. Aunque el estudio "en realidad no compromete" la evidencia que muestra que los estilos de aprendizaje son un mito, sí encontró que, el 94 % de los trabajos de investigación en curso inician con una visión positiva de los estilos de aprendizaje. Este profesor expresó que " los estilos de aprendizaje no funcionan, sin embargo, la literatura de investigación actual está llena de papeles que abogan por su uso. Esto socava la educación como un campo de investigación y es probable que tenga un impacto negativo en los estudiantes ", lo cual escribió en un artículo para el órgano divulgativo Frontiers in Psychology.

La evidencia mencionada contra estilos de aprendizaje es convincente. En 2004, Frank Coffield, profesor de educación en la Universidad de Londres, dirigió la investigación en los 13 modelos más populares de los estilos de aprendizaje y encontró que no había pruebas suficientes para atender las técnicas de enseñanza a diferentes estilos de aprendizaje. Y un estudio realizado en 2008 por Harold Pashler, profesor de psicología en la Universidad de California en San Diego, fue mordaz. Expresando que la preponderancia del concepto de estilos de aprendizaje "desde el jardín de infantes hasta la universidad", lo ha hecho una "industria próspera" al que se le dedicada espacio en las guías para los profesores, no obstante, Pashler encontró que no había pruebas rigurosas para el por qué de ensalzar tal concepto. El escribió: Aunque la literatura sobre los estilos de aprendizaje es enorme, muy pocos estudios han utilizado una metodología experimental capaz de probar la validez de los estilos aplicados a la educación de aprendizaje. Por otra parte, de los que no utilizan un método apropiado, varios encontraron resultados que contradicen rotundamente esta hipótesis que se ha convertido en popular. Concluyó, por tanto, que en la actualidad, no existe una base de pruebas suficientes para justificar la incorporación de estilos de aprendizaje y sus evaluaciones en la práctica educativa en general.

Entonces, ¿cómo una falsa creencia ha podido ser tan ampliamente sostenida? En su artículo sobre el tema en Nature Reviews Neuroscience, Howard-Jones argumenta que esto no ha sido resultado de un fraude, sino de "interpretaciones uniformes de auténticos hechos científicos." Ya que el supuesto detrás de los mitos de aprendizaje parece basarse en el hecho científico de que diferentes regiones de la corteza tienen diferentes funciones en lo visual, lo auditivo y el procesamiento sensorial, por lo que los estudiantes deben aprender algunos procesos de manera diferente", según como la parte de su cerebro funciona mejor". Sin embargo, escribe Howard-Jones, "la interconectividad del cerebro hace que tal suposición sea errónea". 

Howard-Jones sostiene que, en parte, los neuromitos surgen debido a la barrera del idioma técnico que hace difícil la comprensión de la neurociencia para los no expertos, y además a la simplificación de las ideas científicas complicadas asociadas a ella. Estos mitos son entonces "promovidos por víctimas de su propia expresión de deseos" que son sinceros pero engañosos en la creencia de una teoría excéntrica que "revolucione la ciencia y la sociedad".

Estos mitos florecen en culturas en las que aún se sostiene la creencia de que el cerebro no pude estar sujeto a observación científica y en las que los métodos de enseñanza de un aula son rigurosamente probados y científicamente por un observador.
Por último, parece que muchas personas simplemente quieren creer en los mitos del aprendizaje. Después de que Coffield publicó su estudio en 2004, dijo en una publicación en The Guardian que "estos enfoques son de bajo costo y de fácil implementación en el aula lo cual, sin duda, cultiva el deseo pleno entre los educadores, sobre todo si los métodos son divertidos ya que probablemente, son bien recibidos por los estudiantes".

 

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